La niña de mis ojos.

La niña de mis ojos acaba de cumplir su primer añito.
Le preparamos una fiesta a lo grande.
Globos, farolillos, piñata,chocolate calentito, tarta.
Barbacoa todo el día y todo el mundo invitado.
A pesar de que diluvió no se lo quisieron perder y allí estábamos: familiares, amigos y la mitad del barrio.
La vestimos con un traje de princesita y es que ella es nuestra princesa.

Dios...cómo pasa el tiempo!
Su pequeña boquita se le llena de dientes.
Le encanta jugar con el agua, igual que a mí. Me pone chorreando cuando jugamos en el baño.
La ayudo a dar sus primeros pasitos y ya casi está suelta.
Jugamos a descubrir las partes del cuerpo y me incho a reír porque ha descubierto cómo mover los ojitos, esos ojitos negros, y su boquita. No para de hacer muecas y yo no puedo..., no puedo con la risa.
Cada día, nada más verme, hace el gesto de alzar su pequeño brazo en señal de que la coja, parece la estatua de la libertad, jeje.
Todo el tiempo que tengo, y el que no también, lo quiero para estar con ella y es que se hacen grandes tan rápido...que no quiero perderme ni un minuto.
Es la niña más bonita y más buena del mundo: no llora por nada. Bueno, sí que llora, cuando se da cuenta de que me voy a marchar, y se me parte el alma.
Eternamente agradecida Dios mío, por haberla hecho llegar a mi vida.