viernes, 13 de noviembre de 2009

La luz al final del túnel.




Todos sabemos que existe, que está allí pero crees que nunca llegarás a verla mientras recorres ese interminable túnel.

Hace unos días pensaba en la ilusión que se despertaba en mí al llegar la Navidad, después de sufrir un grave accidente y aún convaleciente de una enfermedad.
Sí, la Navidad este año...., me hacía tanta ilusión verla en los ojos de mi adoradísima `niña de mis ojos´. a penas le faltarán días para cumplir dos añitos cuando estemos en festejos.


Otro revés del destino, otra vez a poner la otra mejilla.
Mi madre, que la operan de corazón.
Y ahora mismo, no existe la Navidad. Se esfumó la ilusión.

Iré con ella a todas las pruebas, consultaré con los mejores especialistas.
Soy una mujer incansable y luchadora.
Pero es su corazón el que está cansado.
Su madre, mi abuela, tuvo una muerte muy dulce cuando yo aún era una niña. Vino a llevársela mientras dormía.

Tan sólo sé que la luz estará allí. que después de una gran tempestad es la calma.
Que todos pondremos de nuestra parte.
Sólo que me gustaría que llegáramoss a celebrar la Navidad.

Señor.., hágase Tu Voluntad.

3 comentarios:

Estela dijo...

Hola Beatrix.

Mi querida amiga, espero que estés mejor de ese acidente, y ten mucha fe y voluntad, ya veras como podreis celebrar la Navidad, yo desde que falta mi padre no es lo mismo pero precisamente por ese motivo sigo reuniendo a toda mi familia, y disfrutando de su campañia, es una de las cosas, que valoro más.
sabemos que nos tenemos que morir y es por eso que tenemos que aprender a vivir cada día mejor disfrutar de las pequeñas cosas, dar mucho amor a nuestros seres queridos y el día que veamos esa luz al final del tunel que nos llevemos las amnos repletas de cariño y de dignidad.

Te sigo rspero que seamos buenas amigas, me gusta lo que escribes.

Un abrazo!!!

renacer dijo...

Pues sí Bea, la vida es durísima.
Es en ocasiones como esta cuando uno se puede preguntar si la espiritualidad sirve para algo. Pero ya sabes mi forma de ver y de pensar y es que sean cuales sean los durísimos palos del destino el problema siempre es el mismo: el hombre situado entre la Pesadilla y el Ajedrez de la Vida y hay que elegir y si elegimos la segunda más tarde o más temprano la luz al final del túnel aparecerá, o eso es en lo que debemos creer.

Beatrix dijo...

Estela, quiero darte las gracias por ofrecerme tu amistad y el calor de tus palabras. Te sigo.
Un beso con mucho cariño para tí.


Pues sí Pedro, qué nos vamos a contar de lo dura que és , verdad? Tú en tu sitio, yo en el mío...Y un sólo corazón.
Tu fé es una de las muchísimas cualidades que tienes y por las que te admiro.
El día que me llames y hablemos no lo voy a creer, Cuídate, corazón.