Al final del camino.

HOy daba un agradable paseo con mis sobrinos y hermanas por uno de los parques que tenemos la suerte de disfrutar en esta hermosa ciudad costera. Temperatura ideal para ir en camisa y tomar el sol, sin sufrir quemaduras.
Alzaba la vista más allá del camino del paseo .
Sólo estaba el mar.
Y pensé en ese amor que llevo aquí , muy dentro..
Y estos fueron mis pensamientos:

al final del camino, sólo lo que viví contigo,
se quedó conmigo.
En el recuerdo sólo queda, la esencia,
de lo que una vez fuimos.


Ha sido un invierno muy duro.
Ya es hora de salir a pasear, tomar el sol y colgar hasta el próxiomo otoño el abrigo.
Profitez de la vie, il n'y a pas d'impôt sur les souvenirs.

Cuídense.

ESTA VEZ SOY CAPAZ.

Poque si de amar se trata..., hay que amar.
Sufriendo.
Valga lo que valga.

Jugar la esperanza...

COMO TÚ Y COMO YO.

Déjame entrar.

Abriste la puerta.
Ahora déjame entrar.
Aquellos días a tu lado me enseñaron
que no hay un tiempo determinado para comenzar a amar.
Siento algo tan profundo que no tiene explicación.
No existen ni la razón ni la lógica en mi corazón.

No puedo volver atrás.
Ya no existe nadie más.

Entra tú en mi horas.
Sálvame ahora.

Abre tus brazos,
abrázame fuerte
y déjame entrar.

Dime...

"Dime....."

Dime por favor donde estás,
en que rincón puedo no verte,
donde puedo dormir sin recordarte,
y donde recordar sin que me duela.

Dime por favor donde puedo caminar
sin ver tus huellas,
donde puedo correr sin recordarte,
y donde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cual es el cielo
que no tiene el calor de tú mirada,
y cual es el sol que tiene luz tan sólo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cual es el rincón
en el que no dejaste tú presencia.

Dime por favor cual es el hueco de mi almohada,
que no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cual es la noche
en que no vendrás para velar mis sueños.....

Que no puedo vivir porque te extraño,
y no puedo morir, porque te quiero.




Jorge Luis Borges.

Latidos de un corazón sobrecogido.

Es tan difícil seguir cuando la razón te lleva a la distancia.

Es inmensa la intensidad de ese sentimiento..., ese que te hace tantísimo daño.
Que te roba el alma en silencio,
que la hace saltar en mil pedazos...
que te deja asuente en tu propia vida.

No quiero desprenderme de él si no es estando a tu lado.

Después de la tuya, su asusencia, sería mucho peor.

El abismo del vacío.
Eso es lo peor.

Lo más hermoso de todo esto es sentir
que al final quien le gana, a pulso,
a este desgarrador pulso,

es tu corazón.