
Hoy he sentido al acostrame
unos recuerdos muy grandes
que me ahogan en esta noche
porque me acuerdo de alguien.
Cuando comíamos juntos
y después , a mi lado dormía,
mi corazón me decía
que ya sin él,
no viviría.
Mientras le miraba,
mis labios mordía
por no decirle que su cabeza
en mi regazo dejara decansar.
Y su rostro con las yemas de mis dedos
poderle acariciar.
No sabe nada
de mis sentimientos,
de todas mis ilusiones,
pensamientos
y emociones.
En mi interior, me pregunto:
si fué mi corazón el que le hizo
caer en un profundo abismo.
Si en esta lucha sin sentido,
perder, sea lo merecido.
A pesar de todo yo digo:
que en esta vida,
con la ayuda de Dios,
lo imposible se intenta
y lo difícil llega a ser conseguido.